El Real Decreto 2/2021, de 12 de enero aprueba el nuevo Reglamento de la Ley de Auditoría de Cuentas, introduciendo amplias novedades en la actividad de los profesionales auditores para incorporar más seguridad, transparencia e independencia.
Uno de los pilares básicos del Reglamento es reforzar la independencia del auditor respecto a posibles influencias e intereses que comprometan la objetividad.
El Reglamento establece un sistema de amenazas y salvaguarda para evitar posibles conflictos de intereses y distintas prohibiciones y limitaciones para evitar incurrir en la incompatibilidad.
El auditor debe evitarse situaciones en las que la decisión, juicio o criterio a adoptar, pueda afectar a intereses de naturaleza personal, económica o profesional, por suponer un beneficio o un perjuicio, que sean significativos.
También establece se determinan quienes son los vínculos familiares con los que se puede incurrir la incompatibilidad de la actividad contratada, los diferentes servicios prestados a la empresa que pide los servicios de auditoría, como la prestación de servicios de contabilidad o de abogacía.
El nuevo Reglamento introduce grandes mejoras en la documentación de los papeles de trabajo del auditor, debiendo digitalizar dichos papeles y compilarse en un archivo electrónico que no se pueda modificar, asegurando su custodia, integridad y recuperación.
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